jueves, 16 de junio de 2011

Justificación

La Organización mundial de la Salud comienza a estudiar la problemática del adolescente en la década de los 60 y la Organización Panamericana de la Salud a principios de los 70.

El embarazo adolescente se ha convertido en un problema de salud pública importante, debido a que básicamente son las condiciones socioculturales las que han determinado un aumento considerable en su prevalecía, aconteciendo con mayor frecuencia en sectores socioeconómicos más disminuidos, aunque se presenta en todos los estratos económicos de la sociedad.
El grado de vulnerabilidad de un adolescente y una adolescente, depende de varias factores, sumada a la susceptibilidad y/o fortaleza inducida por los cambios biosicosociales propios de esta etapa, más los efectos positivos y negativos de los microambientes en los cuales se desenvuelve (familia, escuela, lugar de trabajo, recreación, la calle, etc.), la cultura y el contexto socioeconómico y político del país donde vive; todo lo cual genera una combinación de factores de riesgo y protectores dentro de la dinámica del proceso salud enfermedad.
El embarazo en la adolescencia, constituye un problema social, económico y de salud pública de considerable magnitud, sobre todo en los países en vías de desarrollo, donde las tasas de fecundidad son muy altas.
El inicio de investigaciones sobre el desarrollo personal de las adolescentes embarazadas, es un aspecto que se enmarca en la grave problemática social que en la actualidad aqueja a la sociedad. Son incalculables las consecuencias reflejadas en los indicadores de salud reproductiva en donde los de mayor daño bio-psico-social es la alta morbimortalidad materna por causas de abortos criminales, aumento del maltrato infantil y de la niñez abandonada, mayor promiscuidad, delincuencia, pérdida del proyecto de vida de los jóvenes, y en definitiva mayor pobreza.

Dentro de este marco, para los profesionales de desarrollo social, los indicadores psicosociales exhortan a reflexionar sobre el compromiso de dar respuesta a la población de mayor vulnerabilidad, desde tempranas edades, en diferentes contextos: al individuo, grupos familiares y comunidad. La atención integral de los y las adolescentes es un elemento de suma importancia para el desarrollo de los países y el futuro inmediato de la sociedad.

Justifiacación

La Organización mundial de la Salud comienza a estudiar la problemática del adolescente en la década de los 60 y la Organización Panamericana de la Salud a principios de los 70.

El embarazo adolescente se ha convertido en un problema de salud pública importante, debido a que básicamente son las condiciones socioculturales las que han determinado un aumento considerable en su prevalecía, aconteciendo con mayor frecuencia en sectores socioeconómicos más disminuidos, aunque se presenta en todos los estratos económicos de la sociedad.
El grado de vulnerabilidad de un adolescente y una adolescente, depende de varias factores, sumada a la susceptibilidad y/o fortaleza inducida por los cambios biosicosociales propios de esta etapa, más los efectos positivos y negativos de los microambientes en los cuales se desenvuelve (familia, escuela, lugar de trabajo, recreación, la calle, etc.), la cultura y el contexto socioeconómico y político del país donde vive; todo lo cual genera una combinación de factores de riesgo y protectores dentro de la dinámica del proceso salud enfermedad.
El embarazo en la adolescencia, constituye un problema social, económico y de salud pública de considerable magnitud, sobre todo en los países en vías de desarrollo, donde las tasas de fecundidad son muy altas.
El inicio de investigaciones sobre el desarrollo personal de las adolescentes embarazadas, es un aspecto que se enmarca en la grave problemática social que en la actualidad aqueja a la sociedad. Son incalculables las consecuencias reflejadas en los indicadores de salud reproductiva en donde los de mayor daño bio-psico-social es la alta morbimortalidad materna por causas de abortos criminales, aumento del maltrato infantil y de la niñez abandonada, mayor promiscuidad, delincuencia, pérdida del proyecto de vida de los jóvenes, y en definitiva mayor pobreza.

Dentro de este marco, para los profesionales de desarrollo social, los indicadores psicosociales exhortan a reflexionar sobre el compromiso de dar respuesta a la población de mayor vulnerabilidad, desde tempranas edades, en diferentes contextos: al individuo, grupos familiares y comunidad. La atención integral de los y las adolescentes es un elemento de suma importancia para el desarrollo de los países y el futuro inmediato de la sociedad.

Planteamiento del Problema

Los primeros años de adolecentes es una etapa muy difícil en la vida. Durante este capítulo es posible sentirse entre ser niño y adulto, buscando la independencia cuando todavía hay el deseo de divertirse con los juguetes también .es un tiempo de descubrimiento de varios aspectos de la identidad. Una parte de ellos es la sexualidad, que muchos no esperan para explorarla.
En el pasado, las adolescentes, embarazada eran invisibles e innombrables, pero el secreto de ayer se ha convertido en un dilema a voces hoy.
Los estudios transcurturales indican que Estados Unidos tiene uno de los índices de embarazos adolescentes más altos de todo el mundo, a pesar del considerable descenso que se produjo en la década de los noventa (Alan Guttmacher Institute, 2000; Center for Disease and Preventión, 2001)
Aunque a partir de la década de los 70 en el siglo XX empieza a disminuir la tasa de natalidad en América Latina hasta los 80 los índices indicaban que el mismo fenómeno se extendió en las mujeres adolescentes. Sin embargo a partir de esa década solo en cuatro países se mantiene disminuido el porcentaje de madres adolescentes y el resto de países en la región tiende a crecer superando los índices en África.
En Ecuador, el problema del embarazo de adolescentes es muy grande: 20% de las nuevas madres son menores de edad y muchas de esas niñas no tienen relaciones familiares estables. (Dannie Higginbotham, www.elmercurio.ec. marzo de 2011.)
Según datos del Ministerio de Inclusión Económica y Social “En Ecuador dos de cada tres adolescentes de 15-19 años sin educación son madres o están embarazadas por primera vez. Las proporciones de maternidad adolescente son hasta cuatro veces más altas entre las que no tienen educación (43%), comparadas con las de niveles educativos más altos (11% con secundaria completa). Los años de escolaridad promedio de nuestros jóvenes es de apenas 6.8 años, de un total de 9 años obligatorios. Solo el 8.3% de la población juvenil completa sus estudios universitarios. El 57.8% de mujeres de entre 15 y 24 años, eran estudiantes cuando supieron de su primer embarazo e interrumpieron sus estudios, de ellas tan solo el 16.5% volvió a estudiar y el 41.3% en promedio no volvió a hacerlo.”
El hecho de quedarse embaraza durante la adolescencia incrementa los riesgos para la salud de la madre como para la del hijo. Las madres adolescentes tienen más probabilidades de dejar los estudios y tener trabajos peor remunerados que las adolescentes que no tienen hijos. Las madres adolescentes suelen tener niveles socioeconómicos bajos y no eran buenas estudiantes antes de quedarse embarazadas.

Las causas pueden ser innumerables pero destacaremos: La pobreza, el hacinamiento, el divorcio de sus padres, los conflicto matrimoniales, no utilización de anticonceptivo o empleo incorrecto de los mismos, privación afectiva en el seno de la familia, el retraimiento social, rivalidad con sus padres o venganza en contra de ellos, falta de amor, para despertar la atención de sus amigas y compañeras, para convertirse en el centro de atención del medio familiar y social, por huir del colegio, por conseguir algo gratificante.

Las causas que acabamos de señalar derivan según Agustín Sivisaca Cuenca (Psicología del Adolescente. UTPL. 2000) de cuatro fuentes: a) Extrema Pobreza, b) Falta de afectividad, c) Promiscuidad; y, d) Falta de orientación adecuada y oportuna.

Las consecuencias del embarazo de las adolescentes son muy variadas pero sobretodo: las alteraciones del ritmo de la vida de chica, angustia y culpabilidad que le lleva a tratar de ocultar su embarazo, problemas psicológicos porque la mayor parte de estos embarazos son no deseados, la madre generalmente rechaza a sus futuros hijos, partos prolongados, y prematuro, divorcios, toxemia, la anemia, tendencia a engordar demasiado, abortos, deficiencias físicas del niño al momento de nacer y toda una cadena de secuelas que esta generaría.
Si las situación de embarazos adolescentes se mantiene estas consecuencias pueden generar mayores impactos en la sociedad sobre todo en la familia primero hay que reconocer las consecuencias del embarazo no planificado en adolescentes como un problema de salud Pública dentro de la subregión y declarar prioritarios los planes para su prevención y atención integral, por ello el gobierno para combatir el problema del embarazo de las niñas ha declarado que quiere empezar a dar más información sobre la salud sexual, junto con el acceso a anticonceptivos y la píldora “un día después”
Es imprescindible dar soluciones primero se necesita explorar por qué se da este problema. Varias organizaciones están dando educación de salud a los adolescentes, enseñándoles a protegerse contra el embarazo y enfermedades sexuales.
En este contexto de la situación de los derechos sexuales y reproductivos de las y los Adolescentes, el Ecuador forma parte del Organismo Regional Andino de Salud- Convenio Hipólito Unanue,
El Ecuador desde ese año forma parte del Plan Andino para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, y como antecedentes, el 26 de septiembre de cada año se declaró mediante acuerdo ministerial el “Día de la prevención del embarazo adolescente” desde el año 2005
Además en el Plan Decenal de Desarrollo y en la Agenda Social de la Niñez y Adolescencia 2007-2010 se propuso como objetivo el reducir en un 25% el embarazo adolescente hasta el año 2010.